La palabra "queer" tiene una historia compleja y se ha utilizado de diversas maneras a lo largo de los años. Originalmente, la palabra significaba "raro" o "inusual", pero a fines del siglo XIX y principios del XX, comenzó a usarse como un término peyorativo para las personas LGBTQ+.
En la década de 1980, algunos miembros de la comunidad LGBTQ+ comenzaron a reivindicar la palabra “queer” como una forma de abrazar su identidad y rechazar las etiquetas y categorías que se les habían impuesto. Usaron la palabra como una forma de celebrar su diferencia y afirmar su derecho a existir y ser visibles.
Hoy en día, la palabra "queer" se utiliza a menudo como término general para referirse a cualquier persona que no se identifica como heterosexual o cisgénero. Es una forma de reconocer la diversidad de la comunidad LGBTQ+ y de resistirse a la idea de que solo existen dos géneros y orientaciones sexuales binarios.
Aunque algunas personas todavía encuentran ofensiva la palabra “queer”, muchas personas y organizaciones LGBTQ+ la han adoptado como una forma de afirmar su identidad y desafiar las normas y expectativas sociales.